lunes, 21 de agosto de 2017

Vergüenza y reparación



¿Te has sentido avergonzado alguna vez? ¿Te has quedado sin dormir pensando en aquello que hiciste, que sabes bien que no estuvo bien, y queriendo regresar el tiempo y borrar tu acción?

Creo que casi todos los seres humanos hemos pasado por al menos una situación de que nos despierta vergüenza, culpa, arrepentimiento.

¡Que bueno es poder admitirlo!

Esto nos evidencia que tenemos una conciencia moral. Nos deja saber que tenemos un deseo de ser mejores personas, que somos capaces de ser humildes y que podemos corregirnos y reparar.

Somos humanos cuando apelamos a lo mejor de nosotros. Somos más humanos cuando ejercitamos nuestra capacidad para pensar.

Cometer errores es fácil. Es inevitable. Saber reconocerlo y actuar en consecuencia es mucho más difícil.

De no tener el aviso que la punzada de la vergüenza nos hace sentir, podríamos cometer errores mucho mayores, con su respectivo precio.

Hablar de lo que hicimos mal y hacernos la promesa íntima y comprometida de reparar y de no volver a cometer ese tipo de imprudencias nos hará crecer: en humildad, en valentía y lo más importante: en dignidad.


Psicología/Rocío Arocha
https://rocioarocha.com

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